sábado, 1 de junio de 2013

SAN COSME Y SAN DAMIÁN

La festividad de San Cosme y San Damián se remonta al siglo XVI, en agradecimiento a estos Santos Médicos que protegieron nuestro pueblo durante las grandes epidemias de peste, cuando nuestros antepasados acudieron a ellos para que intercedieran ante Dios. Según la tradición, su veneración se inició en Arabia en el siglo 111 desde donde se expandió por toda la cuenca mediterránea. 
La primera referencia documentada de estos santos protectores procede de la licencia concedida a Antonio Velilla, vecino de La Codoñera, quien  el 18 de marzo de 1505 mandó construir un altar con su retablo dedicado a San Cosme y San Damián, en una nave del lado izquierdo de la iglesia parroquial. En el año 1510, Juan Araguat y su mujer María Romanos de Torrecilla, fundaron en La Codoñera la capellanía de San Cosme y San Damián cuya fundación fue aprobada en 1516.
En el año 1660 el labrador y mercader de Castelserás Antón Grau, encargó al escultor Juan Latorre un retablo bajo la advocación de San Cosme y San Damián para la iglesia parroquial de La Codoñera. Dicho retablo, debía tener un ancho de 19 palmos y una altura "lo que requiera de arte" y ser de cuatro columnas de orden corintio, con pedestal corrido y molduras. En su parte inferior debería haber unos calzos para alojar las cabezas de San Antonio y San Blas. En el centro del retablo figuraba una concha para alojar a San Cosme y San Damián.La obra fue concertda en 120 libras jaquesas y debía estar terminada el día San Cosme de 1661.
Antón Grau y su esposa María Barberán fundaron en 1662 un beneficio en la capilla de los Santos Médicos, aprobado en 1668. En su testamento del año 1669, Antón Grau, dejó un legado de 100 escudos para dorar el retablo de los Santos Médicos.
Durante las fiestas de San Cosme y San Damián se celebraba una gran procesión, muy larga por los extramuros del pueblo, portando  la peana de los Santos adornada con flores, dando un aspecto muy vistoso al estar engalanados los balcones con colchas blancas.
La bandera roja que portaban los mozos en las fiestas estaba dedicada a San Cosme y San Damián. Por la tarde se celebraban las competiciones que constaban de carreras pedestres (cuyo premio era un pollo), carreras de entalegados y carreras de burros.
Antiguamente se corrían toros ensogados en un encierro que iba por la Plaza, calle las Rocas y calle Padre Faci. Los toros eran sacrificados y su carne repartida entre el vecindario. La obligación de traer dos toros figuraba ya en las capitulaciones del arriendo de la carnicería del año 1734.

       Artículo publicado en el programa de las fiestas patronales de San Cosme y San Damián en septiembre de 2005 

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