domingo, 23 de febrero de 2020

LOS JEFES DEL PRIMER CARLISMO EN LA CODOÑERA (II)





     La Codoñera jugó un importante papel durante los dos  primeros años de la primera guerra carlista. Fue el lugar en el que tuvo lugar el pronunciamiento de Carnicer que levantó el Bajo Aragón en favor del Pretendiente. Muchos carlistas habían pertenecido al antiguo batallón Codoñera del ejército realista y de él salieron algunos de los primeros jefes carlistas, cuya identidad fue eclipsada por la gran notoriedad que posteriormente alcanzaron otros dirigentes. Algunos de ellos fueron Luis Bayod, Ramón Martín Jaime, Martín Faci, Manuel Gil y Mariano Gisbert.

    Luis Bayod. Se alistó en el ejército en mayo de 1809 durante la Guerra de la Independencia. Combatió en las acciones de Alcañiz (1809), Hostalric (1810) y Castalla, en el sitio de Tarragona (1813) y en el bloqueo de Barcelona (1814). Terminada la guerra continuó en el ejército como soldado, hasta que fue licenciado en abril de 1820. Se unió a las partidas realistas en julio de 1822, empezando la guerra como cabo segundo y combatiendo en Aragón y en algunas incursiones por Castilla, Valencia y Cataluña, terminó la contienda como capitán graduado de teniente coronel. En septiembre de 1824 fue retirado del servicio activo con licencia ilimitada. Como capitán relista era el primer jefe del batallón Codoñera en 1833. Posiblemente se unió a Carnicer cuando éste se declaró a favor del pretendiente carlista en La Codoñera.
    Tras la derrota de Carnicer en Mayals el 10 de abril de 1834 formó su propia partida con 72 hombres. Al anochecer del 19 de abril marchaba con 24 hombres por Aliaga en dirección de Ladruñán, cuando su presencia fue comunicada a las fuerzas gubernamentales que le perseguían. El día 29 de abril fue alcanzado en Aguaviva por la columna móvil del norte de Valencia al mando del coronel Manuel Mazarredo cuando se dirigía hacia Monroyo se encontró con la partida de Luis Bayod. En la refriega los carlistas fueron derrotados perdiendo la vida un capitán y 50 soldados, otros 5 quedaron prisioneros, entre otros el propio Bayod. Dos heridos llegaron a La Codoñera donde fueron detenidos y remitidos a Alcañiz. En mayo de 1836 fue nombrado vocal de la Junta Superior Gubernativa de Cantavieja. En 1839 bloqueó la población de Albalate del Arzobispo. Un espía le informó de la próxima llegada de una columna del gobierno para lo cual se ocultó en la ermita de Santa Bárbara. Sin embargo, un confidente informó al general cristiano Mir, que rodeó la ermita y aunque los carlistas opusieron una feroz resistencia, Luis Bayod fue capturado con 145 hombres. Poco después, fue canjeado y en julio de 1840 marchó a Francia con el grado de comandante. Las autoridades francesas lo enviaron a Lons-le-Saunier en los montes Jura, con un subsidio de 33 francos mensuales. En 1840 pasó a vivir en Tain (Drôme).
    Ramón Martín Jaime. En 1822 formaba parte de la partida realista de Joaquín Capapé quien le nombró el 8 de diciembre de ese año, capitán cajero del Regimiento de Caballería Lanceros del Soberano. El general Jorge Bessieres lo ascendió a Comisario de Guerra de la División Realista del Bajo Aragón y plaza de Mequinenza el 20 de diciembre de 1822, cargo que desempeñó hasta abril de 1823 en el que fue destinado como tesorero del ejército. El 12 de noviembre cesó como tesorero y con el grado de capitán graduado de teniente coronel, pasó al tercer batallón del Regimiento de Infantería de Línea de nº 7. El 30 de mayo de 1824 marchó al mando de los voluntarios realistas de La Codoñera, a Zorita, donde se había producido un levantamiento. En 1826 protestó ante el Ministerio de la Guerra por lo que consideró un agravio en su carrera al pasar de capitán de caballería al de infantería, petición que le fue denegada. Al crearse el batallón Codoñera de la 3ª Brigada del partido de Alcañiz del Ejército Realista, fue nombrado su 2º comandante. En 1828 estaba casado con Doña Isabel Molins y vivía en una casa de la calle Oriente nº 12. (actual casa rural). Se unió a Carnicer cuando se sublevó en La Codoñera y marchó a Morella donde fue nombrado tesorero. Participó en la batalla de Calanda el 6 de diciembre en la que fue derrotado el Barón de Hervés. El 12 de diciembre el alcalde de La Codoñera fue advertido de que "Ramón Martín Jaime, Tesorero de la facción de Morella se halla refugiado en esa Vº y no dudo que pueda estar escondido en casa de su cuñado Ramón Secanella o en alguna otra; por lo que prevengo a V. que bajo la multa de 200 ducados y formación de la  causa correspondiente proceda sin dilación a su captura", el alcalde contestó que no se hallaba en la población. Formó una partida con la que recorrió el Bajo Aragón. El 9 de abril de 1834, el Gobernador de Alcañiz avisaba que por la frontera con Cataluña andaba una facción carlista capitaneada por Jover de Mequinenza, Ramón Martín Jaime de La Codoñera y el Serrador de Villafranca del Cid, en número de 250 infantes y 20 caballos. A las 4horas y 30 minutos de la madrugada del 5 de mayo de 1834 los carlistas atacaron, en los alrededores de Valdealgorfa, a la columna cristiana del coronel graduado Baudilio Mallol, capitán de infantería del Regimiento de Infantería de Soria del 9º de Línea, formada por 160 soldados de infantería. Por parte carlista intervinieron las facciones de Carnicer, "Malos Ajos" de Montalban  y Ramón Martín Jayme de La Codoñera, en número de 400 o 500 de infantería y 70 u 80 de caballería, emboscados desde las 10 de la noche anterior. En el combate, que duró cerca de dos horas, las tropas gubernamentales rechazaron tres ataques de la caballería carlista, obligándola a retirarse al amparo de su infantería que dominaba las alturas. En la lucha murieron el coronel cristiano Frasco Bonal y el teniente coronel del Mas de las Matas, Maunuel de Lamata, agregado a la columna del coronel Baudilio Mallot, además fueron heridos 3 sargentos, 4 cabos y 26 soldados. Los carlistas perdieron al teniente coronel Ramón Martín Jaime, 8 soldados y 4 caballos, un soldado herido fue capturado.
    Martín Faci. Nació en La Codoñera, el 9 de abril de de 1834 se menciona la presencia de una partida capitaneada por Martín Faci de La Codoñera. El día 12, la facción se trasladó a Monroyo donde, bajo amenaza de muerte, exigió 400 raciones y 600 pares de alpargatas.
    Manuel Gil. Nació en La Codoñera. El 9 de enero de 1834 escapó de su casa en La Codoñera cuando iba a ser detenido por haber formado parte de de la columna del Barón de Hervés en el combate de Calanda. En enero de 1838 era el 2º jefe del batallón de Aragón que mandaba Pellicer de Caspe, molinero igual que él. Fue el 2º jefe del depósito de prisioneros de Beceite, cargo en el que se distinguió por el mal trato que infringió a los soldados y oficiales cautivos. Su mala gestión desencadenó una masacre entre los cautivos entre los cuales se dieron casos de antropofagia. Ambos jefes fueron relevados de sus funciones poco después de estos hechos. Acompañó a Cabañero y Pellicer en su ataque a Zaragoza el 5 de marzo de 1838. El 10 de agosto defendió con valentía las alturas de Querola en Morella, al mando de compañías aragonesas y valencianas, siendo herido y muerto su caballo. Finalmente tuvo que abandonar la posición la cual quedó protegida por la artillería liberal. En mayo de 1840 se encontraba en la defensa de Morella al frente de 5º batallón de Aragón con el grado de comandante del 5ºbatallón. Fue capturado y llevado al depósito de prisioneros de Zaragoza, donde posiblemente fue fusilado por los excesos de Beceite.
    Mariano Sanz Gisbert. Fue uno de los arrendadores de los árbitros de los voluntarios realistas en el año 1825. Estaba casado con Ángela Bayod hermana de Luis Bayod, vivía en la calle de San Valero. Se unió a los carlistas y alcanzó el grado de capitán. Fue capturado en 1840 en la caída de Castellote. Es posible que aceptara el ofrecimiento de integrarse en el ejército gubernamental, manteniendo su graduación y jurando fidelidad a Isabel II, por cuanto en 1852 firmaba sus documentos como capitán, como oficial retirado en 1853 y como excedente y oficial de reemplazo hasta 1857.

     Artículo publicado en la revista Compromiso y Cultura nº 62