domingo, 24 de abril de 2016

HISTORIAS Y SUCESOS JUNTO A LA FONT DE LA VALL

   La reciente recuperación y acondicionamiento del entorno de la llamada Font de la Vall, se añade a la efectuada unos antes de los antiguos lavaderos públicos, medida que nos permite disfrutar de unos lugares que han tenido una gran importancia en la historia de nuestro lugar. En las siguientes líneas, vamos a tratar de esbozar un pequeño resumen de las construcciones y hechos más significativos ocurridos en este lugar.
La zona que nos ocupa se sitúa al fondo de la Vall ( 1504 ), La Ginebrosa ( 1505 ) y los Mases de Torrevelilla ( 1541 ). Dominando el cruce de caminos estaba La Creu del Sol del Lloc o del Llavadó, levantada sobre las rocas del abrevadero, destruido en julio de 1936.
Las primeras referencias escritas que nos hablan de la presencia de esta fuente, se encuentran en un documento fechado el 23 de febrero del año 1488, en el que el escudero alcañizano Guillén Claver solicita del comendador de Alcañiz permiso para construir un molino oleario en el barrio de La Codoñera, en la partida llamada "debaxo de la fuente". Escrituras notariales de 1503 hablan de la Font Vella situada junto a una senda vecinal. En 1503, se menciona como la Font en el camino de La Ginebrosa y también como la Font Vella, emplazada junto a la senda vecinal. El camino de la Fuente es citado en 1578, en una zona de ferreginales y corrales. Madoz en su Diccionario de 1847 dice que los "los vecinos se surten de una bundante fuente de aguas perennes llamada de la Villa, cuyas aguas brotan por tres caños que fluyen a una balsa que sirve de abrevadero y de allí pasan a fertilizar algunas huertas". Los protocolos notariales de los años 1578 y 1588 mencionan el Camino de la Fuente junto a los corrales y pastos (ferreginales). Como la partida de La Fuente la encontramos referida en 1620, junto a bancales de tierra. Saltando en el tiempo tenemos documentos notariales del año 1788 que nos hablan de la calle de la Cuesta de la Fuente y del Portal de la Fuente, que cerraba la población en esta dirección. En otros documentos del año 1855 se habla de la Font de la Vall. Sus aguas fueron las más empleadas para beber hasta que se ejecutó el proyecto de abastecimiento de Mariano Vicente en el año 1929. La fuente, construída en piedra de sillería y bóveda de cañón, consta de dos galerías subterráneas de drenaje que cruzan la La Vall a una profundidad de unos 3 metros. La del lado izquierdo mide 9 metros de longitud por 1metro de ancho y 1,6 metros de altura. La del lado derecho es más pequeña con 2,3 metros de larga, por 0,5 metros de ancho 0,9 metros de altura. Estas aguas tienen su origen en la filtración de las lluvias que son recogidas por la cuenca receptora del barranco de la Vall, de unos 9 kms2 de superficie. Actualmente, las aguas brotan por tres caños que suministran un caudal medio de unos 3.500 litros/hora. Según su composición química, estas aguas pertenecen al tipo de las bicarbonatadas cálcicas. Un análisis de las mismas ofrece la siguiente tabla de valores:

Conductividad = 1.360us/cm        Dureza total = 78º F
Bicarbonatos   = 350 mg/l            Calcio          = 166 mg/l
Sulfatos           = 400 mg/l            Magnesio     =  90 mg/l
Cloruros         =  70 mg/l              Sodio          =  56 mg/l
Ph                  =  8,1

También, desde los primeros años del siglo XVI encontramos referencias a plantaciones de olivos en el entorno de la Fuente. Aprovechando las aguas sobrantes se empezaron a regar los primeros huertos a los que se iba por el Camino de los Huertos ( 1576 ), los cuales diez años más tarde, encontramos como huertos cerrados. En 1818 el Capítulo Eclesiástico tenía su propio huerto en la partida de la Fuente.
Pocos metros más abajo nos encontramos con un conjunto hidráulico que responde al modelo renacentista de fuente-abrevadero-lavadero. Las antiguas pilas del abrevadero fueron extraídas de sus asentamientos, hace más de cincuenta años y subidas al pueblo para continuar con su función de abrevar a los animales. Los actuales lavaderos, restaurados hace unos pocos años, sustituyeron a los que se refería Madoz en 1847, posiblemente fueron construidos a finales del siglo XIX. En tiempos de la 2ª República se añadió un pequeño lavadero destinado a la colada de las ropas de los enfermos y difuntos. La ropa lavada se ponía a secar extendida sobre las rocas. 
El molino de aceite o Molí d´oli era el edificio más importante de la Vall. La primera referencia que hallamos se remonta al año 1487, cuando los vecinos solicitaron permiso para construirlo en terrenos situados debajo de la Fuente. Un año más tarde, se hablaba del molino en la partida de la Fuente y desde entonces ya son continuas las referencias al Molino del Olio en 1503, 1504,11526 y a su venta a la Cofradía, según consta en el pergamino conservado en nuestro ayuntamiento fechado en 1541. Otra denominaciones con las que era conocido eran, Molí del Lloc, Molino del Pueblo y Molí del Llavadó. El molino funcionó hasta 1919 con siete vigas de prensa.
Entre el lavadero y el molino de aceite, se construyó un edificio destinado a jabonería, producto que se obtenía a partir de los excedentes del aceite. La primera referencia escrita de que disponemos nos lleva al 14 de octubre de 1747, con motivo de un reconocimiento que se hizo del trazado de la acequia del Siscar.
El documento de la visura practicada dice: La acequia tiene de corrientes desde la pared del molino hasta la parte de acá del barranco medio palmo bien cumplido y desde el barranco hasta el camino que pasa Torre Velilla otro medio bien cumplido y desde aquel hasta  el referido dos palmos y desde este hasta la jabonería tiene ancho dicha acequia cuatro palmos y el corriente necesario". Por esas fechas, su propietario era Manuel Royo y en 1787, pasó a manos de Juan Antonio Tomás, cuyos descendientes mantuvieron su actividad hasta después de 1831, no figurando ya en el inventario de Madoz de 1846.
Lindante con la jabonería y el molino se encontraba la Bassa del Cànyem, balsa poco profunda que se alimentaba de las aguas residuales de la fuente y del lavadero. En un principio era empleada para producir cáñamo, remotándose sus orígenes a 1448 como Balseta del Cañemar, de dominio comunal y Basseta del
Cànyem en 15588.
Dentro del plan de abastecimiento de aguas de 1968, se proyectó construir en la Vall un depósito de elevación de aguas a otro más alto antes de distribuirla a las casa de los vecinos. Las aguas empleadas procedían una parte de la Font de Gil (0,4l/s) y otra de la Fot de la Vall (1,6 l/s). La nueva red de abastecimiento y alcantarillado se inaguró en 1970. Para mejorar la calidad de las aguas residuales, se construyó una estación depuradora para la cual fue necesario derribar parte de las ruinas del viejo molino oleario que aún se mantenía en pie. La depuradora no llegó a funcionar y ahora la vegetación amenaza con sepultar ambas construcciones. Con la traída de agua del río Guadalope en 1990, finalizó una larga y dura etapa de penuria de aguas en el pueblo. El depósito elevador, al perder su función, ha sido derrivado y en su lugar se plantó un olivo centenario.

ALGUNOS HECHOS HISTÓRICOS:

Con el fallecimiento de Fernando VII, el 29de septiembre de1833, España entró en una etapa convulsiva de enfrentamientos. El 12 de octubre de1833, se presentó en el Ayuntamiento de La Codoñera, Manuel Carnicer con ocho hombres armados, entre ellos algunos antiguos oficiales realistas, abrió las puertas de la cárcel en nombre del pretendiente carlista Carlos V, y liberó a los tres presos que allí se encontraban. El pronunciamiento de Carnicer en favor de don Carlos causó un enorme impacto en toda la región, desencadenando el inicio de la Primera Guerra Carlista que durante siete años ensangrentará España. Cuando en 1962 se remodeló el Ayuntamiento, despareció la vieja cárcel del lugar, su puerta fue vendida y ahora cierra la puerta de uno de los huertos. Su enorme cerrojo constituye un símbolo de unos sucesos históricos que vivieron nuestros abuelos.
El camino que con fuerte pendiente asciende desde la fuente hasta el pueblo, era conocido como la Cuesta de la Fuente o simplemente la calle de la Cuesta. Esta pendiente fue recordada por Galdós en su libro: LaCampaña del del Maestrazgo, aunque con desafortunadas palabras sobre nuestro pueblo cuando dice: " Ya llegamos a la vista de la maldita Codoñera"., por ser lugar de tránsito por donde los prisioneros liberales eran conducidos a sus prisiones en Beceite.
El 16 de junio de 1847, se produjo un suceso sangriento ligado a la ofensiva guerrillera, emprendida en esos años por los exiliados españoles que intentaban derribar el régimen político imperante en España después de la Guerra Civil. Esa noche fue abatido sobre el huerto de la Font de la Vall, el presunto colaborador del maquis, Pedro Sorribas, apodado " Mataví " o " Pedro ", cuya presencia había sido descubierta horas antes en el pueblo.
Por su ubicación el fondo de La Vall, el conjunto de edificios se ha visto afectado por las lluvias torrenciales que de modo esporádico han hecho saltà la Vall. Las últimas riadas memorables son la del 30 de agosto de 2000 cuando un importante aguacero, que se extendió desde las 15 hasta las 17 horas, descargó 40 mm de lluvia sobre La Codoñera y unos 100mm en la parte alta del término y en Torrevelilla. La huerta de La Codoñera fue totalmente arrasada por la corriente que descendía por la Vall con caudal superior a los 20 m3/s. Los días 22,23 y 24 de octubre  del mismo año se repitieron la intensas precipitaciones, midiéndose en Torrevelilla a lo largo de los tres días que duró el aguacero : 38,117 y 30 mm, que originaron nuevas avenidas del Mequín y de la Vall de La Codoñera.


   Artículo publicado en el programa de las fiestas patronales de San Cosme y San Damián en septiembre de 2015.



domingo, 17 de abril de 2016

AQUEL HOMBRE

   Aquel hombre se llamaba José Antonio Sancho Bosque, era hijo de José y Josefina.
Nació en La Codoñera el 3 de julio de 1945. Hasta los 14 años vivió en su pueblo natal con sus padres, luego se fue a Zaragoza en casa de sus tíos Vicente y Lucía, muy temprano empezó a trabajar debido a la precaridad del momento. 
Conoció Teresa Cortes con quien se casó, fruto de este matrimonio tuvieron a Maite, vivieron en un principio en el barrio de Torrero y posteriormente en Santa Isabel.
Aquel hombre, le despertó siempre el entusiasmo de hacer cosas y colaborar en todo, humanitario, afable y sonriente.
En Zaragoza, colaboró intensamente con la asociación de mujeres "Gaspar Torrente", del barrio de Santa Isabel. También lo hizo con la  la Real Sociedad Deportiva del mismo barrio. Con la asociación de vecinos "Río Gállego", y con la asociación de jota de Santa Isabel.
Impulsado por su gran afición que era la fotografía, desarrolló una gran actividad.
En su pueblo natal organizó exposicioiones, siempre grababa con su cámara todos los eventos que se hacían. dispuesto para todo.
Nunca rechazó nada, a todo le encontraba su posterior utilidad.
En la casa en donde se depositó el beso de amor y se fraguó el embarazo, en aquel verano desnudo, incógnito, acompañado del soneto. La casa era un sonajero, donde zumbaban las avispas, cantaban las golondrinas y el rocío enarbolaba el sentir de la mañana, allí se desarrolló como mensaje innato.
La luz del sol conversaba con la piedra, llegaba como un peregrino de incógnito, la secaba y calentaba.
Y entre los rosales de la calle y el jardín una voz grave. Aquí sonatas, cuentos, entresijos de la vida.
En tus manos satisfacían las raíces, regando flores hasta que florecían tus huellas en la plenitud de paz en la naturaleza.
Y es así como, trabajando sin parar desprendiste la fecundidad, el aroma del espliego, del tomillo y romero, la frescura de nuestras raíces. De pronto, este canto recibe el agua del manantial sereno, de su voz conducida.
Así el alma exaltará la raíz del viento, y la morada quedará sola y limpia en la luz del firmamento.
Radiantes días que forjaron debajo del cielo estrellado, concentRándose el esplendor de la miel.
Es así verde la hora al sumergirse en hojas, en cantos, en construir un mundo de agua para todos, sin dividir a los hombres, sólo el día y la noche.
El signo tuyo busca para todos, ondulante de ríos submarinos, ojos limpios y corazón abierto.
Fuiste estuario total, sencillo, breve y entregado a tu pueblo.
En tu vida, la palabra fue ala del silencio, y de orquesta sonada.
No estarás lejos, estarás siempre en el recuerdo, en el día. Te estaremos esperando como en las estaciones, cuando en algún lugar estará dormida tu sonrisa.
Se ha quebrantado pronto tu silueta en la tierra, porque en este instante cruzaremos la senda en la tierra preguntando por AQUEL HOMBRE.
Porque todas las raíces, y todos los hilos de la luz vinieron a reconfortarnos.
La dicha, es la torre que estamos subiendo.
Es hoy; el ayer se fue depositando en recuerdos y sueños.
Mañana, llegará con pasos firmes y claros.
Nadie detiene el sol de la aurora.
Nos dejó el día 11 de Marzo de 2916, a los 70 años de edad.





                                                                    IN MEMORIAM

Artículo publicado en en periódico La Comarca el 18 de marzo de 2016